Con el fin de darle un aire más moderno a su muelle histórico, la ciudad americana de San Petersburgo (Florida) creó un concurso de ideas, a desarrollar en dos fases. Para la etapa final del mismo se seleccionaron tres proyectos, uno de ellos fue el de los arquitectos daneses BIG.
El objetivo principal del concurso era sustituir un importante hito urbano, para darle una nueva dimensión e identidad. Pero debía ser práctico, sostenible, y ajustarse a un presupuesto de 45 millones de dólares. La propuesta de BIG no puede estar más acorde a lo que nos tiene acostumbrados, diferenciando tres zonas en su proyecto (el afluente + el paseo + la ola), y concretándolo con un gigante rizo final, que es desde luego la parte más llamativa.
La primera zona (tributary park) contiene jardines con plantas nativas que florecen en multitud de colores. Incluye el Museo Histórico, miradores, áreas boscosas y de juegos. La parte intermedia (wave walk) es una línea de paseo que está muy vinculada a actividades acuáticas, con una zona de baño, y un embarcadero para kayaks, canoas, y pequeños botes. El muelle se convierte en el edificio con forma de ola (the wave), que deja un espacio abierto inferior para utilizarse como mercadillo y conciertos al aire libre. En su extremo, el muelle termina hundiéndose en el agua. Dentro del edificio encontraremos espacios para celebraciones de eventos y exposiciones, con una variedad de actividades bastante amplia.
BIG consiguió una vez más hacer arquitectura con un gran objeto. Pero no logró conquistar San Petersburgo con esta idea.
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Ver propuesta de West 8.
Ver propuesta de Michael Maltzan.
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Imágenes sacadas de la página web de San Petersburgo.