Esta colección de azulejos nació por el cariño que el autor tenía a las cajas de polipropileno. También por el interés en combinar la producción en masa con las técnicas artesanales para la fabricación cerámica, haciendo que ambas se enriquezcan mutuamente.
El diseño de estas baldosas permite que el relieve decorativo de su patrón determine la opacidad del esmalte aplicado a su superficie. Esto permite conservar la belleza de cualquier pieza hecha a mano, por el movimiento natural de la tinta. Se tuvo que emplear un modelado 3D del diseño para llevar a cabo esta producción. La serie con acabado donde predomina el color blanco, es nuestra favorita, ¿y la tuya?
Estos azulejos son un trabajo del diseñador Maaike Roozenburg.