Esta casa está situada en un entorno rural, en la esquina de una finca a las afueras de la aldea de Graiguenamanagh (Kilkenny, Irlanda). Es pequeña, tiene unos 100m2 de superficie, a pesar de que la actuación ocupa un cuadrado de 15 x 15 metros. También es sencilla y minimalista en su planteamiento: un corredor une cinco volúmenes similares, situados al tresbolillo de su eje. La imagen de la maqueta -más abajo- lo explica muy bien.
Dicha disposición hace que aparezcan patios, lo que se aprovecha para dejar acristaladas casi todas las fachadas de estos prismas, con carpintería de hojas correderas (madera de iroko). Esta composición desafortunadamente también se ha repetido en el cuerpo destinado a la cocina, provocando que al utilizarla se esté arrojando la propia sombra de uno en la superficie de trabajo. Eso obliga a tener encendida casi siempre una luz.
El suelo es de cemento pulido, y el acabado tanto exterior como interior es de color blanco. La cubierta se ha preparado para cultivar una manta de sedum con el fin de devolver a la tierra la huella del edificio, y de paso compensar en algo el ‘desajuste’ de la cocina.
La casa Bohermore es un proyecto de los arquitectos Boyd Cody. Fotografías de Paul Tierney.