
Un proyecto con una rotunda planta en forma de cruz, y con los típicos vuelos imposibles tan de moda, es el que ganó el concurso para el Nuevo Museo Tamayo de la Ciudad de México. Una idea del equipo danés Architects BIG y de Michel Rojkind Arquitectos, diseñada como gran mirador desde una colina.
Los volúmenes que sobresalen se resuelven con grandes cerchas metálicas, como bien se puede apreciar en la foto de la maqueta, donde además se observa la transparencia de la celosía que cubre toda la fachada. Visto en CubeMe.


Visitas/mes:
4