La piedra puede aportar una textura sorprendente cuando se utiliza en interiores. No olvidemos que gran parte de este éxito radica en que se trata de superficies rugosas, y que no responden a ningún patrón. Sí, es verdad que existen paneles decorativos que imitan piedra, pero aún así, suelen engañar mejor a nuestro cerebro que una pared de azulejos con bajo relieve.
Si no se tiene espesor suficiente en la pared para colocar piedra natural, recordemos que existen soluciones para resolver este inconveniente. Suelen dar un resultado mucho más realista que los paneles, nos referimos a aplacados delgados como los de Modulo. Una vez elegido nuestro material, sólo falta asegurarnos una buena iluminación superior. Un buen ejemplo es el que se ve en estas imágenes, que consiguió resaltar aún más esa textura.