Este artículo tiene con una casa construida en un terreno de Valle Escondido, próximo a Santiago de Chile. Tiene estupendas vistas a las montañas y a un campo de golf. Es la casa de Marcelo Ríos, también conocido como «Chino Ríos», el que fuera número 1 del tenis mundial (1998). A pesar de la geometría de la parcela, el proyecto sigue el trazado de una trama ortogonal, solamente alterada con leves quiebros en la zona de acceso. La entrada es la parte de la vivienda con mayor personalidad (y por algo es la más fotografiada).
El hall de entrada conecta todos y cada uno de los niveles que tiene la vivienda, que se desarrolla en tres pisos diferentes, uno de ellos semienterrado. La planta baja cuenta con el programa habitual de una vivienda de lujo. Hay grandes salones con áreas de comedor para muchos comensales, el dormitorio principal, y las habitaciones del personal de servicio doméstico. En el piso superior hay cinco dormitorios, cada uno de ellos con cuarto de baño propio, y una sala de estar.
La casa de Marcelo Ríos tiene una planta de semisótano en la que se han ubicado dependencias destinadas al entretenimiento de toda la familia, como por ejemplo una sala de cine. La iluminación y ventilación de algunas de ellas se realiza a través de los patios interiores, aunque también existe una terraza comunicada con la piscina.
Otros detalles
Todas las fachadas que dan a la calle tienen un tratamiento bastante opaco. Son muros que delimitan determinadas zonas de circulación interior, y que están bañadas de luz natural por una secuencia de lucernarios y patios. Las fachadas que están relacionadas con el jardín están bastante acristaladas, pero perfectamente protegidas de la radiación solar por unos grandes voladizos.
El hormigón visto de toda la casa debe su color claro al dióxido de titanio utilizado durante su construcción. Eso ayuda a limpiar el aire de gases tóxicos, como ya vimos en más de una ocasión en nuestro blog tecnológico. En el resto de acabados también predomina el color blanco, utilizado con la intención de dar una mayor luminosidad a todos los espacios. Hay que aclarar que el color verde de las azoteas no se debe a vegetación alguna, sino al césped artificial instalado sobre ellas (por decisión del extenista). Esto nos invita a pensar que los pocos desaciertos que podamos encontrar en este proyecto, no se deben al arquitecto.
La casa de Marcelo Ríos fue proyectada por Gonzalo Mardones Viviani. Fotos de Nico Saieh.