Tener en el hogar muebles que se conviertan según nuestras necesidades, es una gran ventaja. Uno de los clásicos es el sofá cama, pues transformamos en dormitorio cualquier habitación. El diseño de CHARLES me encantó, por su estilo un tanto vintage, y porque ofrece con facilidad una cama de 200cm de largo.
Un sofá cama en cuatro tamaños diferentes
La inspiración para diseñar este sofá vino del huevo. Y el resultado no pudo ser más elegante, combinando líneas rectas y curvas a la perfección. Su forma se ve potenciada por la línea clara que tiene la costura de su tapicería. Por cierto, que este sofá cama es desenfundable, y se puede lavar (según la tela elegida).
Pero probablemente lo más sorprendente es su mecanismo de transformación (ver vídeo). Se convierte en cama tirando de su respaldo, y sin tener que quitar ningún cojín. Ese gesto hace que aparezca un somier de láminas de madera de haya multichapada, y un colchón de poliuretano (35 kg/m3 de densidad) enfundado en tela de algodón.
El sofá Charles tiene una estructura de tubo de acero, barnizado en horno con polvo epoxi. Tanto el asiento como el respaldo están fabricados con bloques de espuma de poliuretano (más densa en el asiento). Las patas son de aluminio pulido.
Hay una versión fija, que no se convierte en cama. En este caso la estructura está fabricada con madera de abeto y aglomerado. El fabricante asegura que este sofá es completamente desmontable, algo estupendo para su transporte. En la siguiente imagen se pueden ver todas las medidas disponibles. Desde 145cm (para el modelo sillón), hasta el más grande, que tiene 230cm de longitud.
Podrá gustarnos más o menos su diseño, pero hay que reconocer que el sofá-cama Charles es un mueble de calidad que aporta muchas ventajas a su propietario.
Este fabuloso sofá cama fue diseñado por Roberto de Lorenzo, para la marca italiana Milano Bedding.