Este proyecto salió de un concurso de ideas para el Museo de la Historia de Lugo (España). Es un edificio muy marcado por la presencia de un importante aparcamiento en la zona, para acoger a visitantes de la ciudad. Pero escribimos sobre este proyecto por su relación con el paisaje, y volúmenes cilíndricos de acero oxidado que emergen hacia el exterior. Hay que tener en cuenta que casi toda la construcción se encuentra enterrada.
Poco tiene que ver lo que encontramos aquí con lo que normalmente uno ve al llegar a cualquier museo. En el Museo de la Historia de Lugo apenas se pierde la sensación de estar en un parque, pues los espacios verdes forman la cubierta del edificio de aparcamientos. Si paseamos por el parque, cilindros de diferentes diámetros aparecen a nuestro paso. El proyecto está dividido en dos sectores, por un lado está la zona de aparcamiento, y por otro el área que acoge a los visitantes. Ambos están comunicados entre sí.
El Centro de Visitantes está organizado en una sola planta que recibe luz natural a través de grandes patios circulares. El patio principal es el que aloja las salas de exposición, y está organizado mediante espacios con módulos interactivos, paneles y vitrinas. También hay tres salas cilíndricas para proyecciones e instalaciones audiovisuales.
La buena idea de dejar bajo rasante los aparcamientos y parte del museo, evitó el gran impacto ambiental que suele provocar un parking para vehículos y autobuses en superficie. En su lugar aparece una hermosa cubierta vegetal con una pradera verde. Es importante señalar el ahorro energético que supone para el Centro de Visitantes la existencia de esta cubierta ajardinada.
El Museo de la Historia de Lugo es un proyecto del Estudio Nieto Sobejano. Algunas fotografías son de Fernando Alda.