Este apartamento se encuentra a cinco minutos del centro de la ciudad. Está en un edificio histórico (1890) de La Haya (Holanda), en lo que antes podía haber sido un desván. Esta localización provoca que todo el apartamento esté organizado bajo su tejado inclinado. La iluminación natural es muy buena, gracias a grandes ventanas en los faldones de cubierta. Todo el programa se desarrolla en torno a un espacio abierto con moqueta oscura, paredes de color blanco, y un toque de color naranja en el sofá.
El estudio hace un buen uso de armarios empotrados, con el fin de aprovechar al máximo su reducido espacio (35m2). Esto también provocó que todo el mobiliario tuviera que ser diseñado a medida. Prueba de ello es la forma en la que se ha integrado la cama con el sofá curvo del salón-comedor. Fue sin duda la decisión más atrevida y arriesgada del proyecto. La cocina es pequeña, pero está bien equipada, con placa vitrocerámica, fregadero, nevera… Un bonito detalle son las repisas de vidrio en algunos rincones de la cocina y aseo. El vídeo y los planos que hemos conseguido completan la información de este moderno espacio urbano.
Este lujoso apartamento fue diseñado por el arquitecto Roland Hoekstra, de Queeste Architecten.