El Museo Liaunig (Neuhaus/Suha, Austria) tiene una ubicación insólita. Está alejado de cualquier centro urbano, en plena naturaleza, y aún así es una atracción para la gente por la forma en la que se ha construido. Debido a un presupuesto ajustado, y al requisito del cliente de que tuviera el mínimo coste de funcionamiento, casi todo el edificio está enterrado.
La planta tiene forma de cruz. El visitante accede por la «bodega de arte», un espacio subterráneo que conduce a la sala principal de 160 metros de longitud. Ese espacio está parcialmente enterrado y sorprende por el vuelo de 30 metros en uno de sus extremos. En el lado opuesto el edificio ofrece una estupenda panorámica sobre el río Drau, setenta metros más abajo. Todo este tubo tiene una cubierta curva parcialmente translúcida que aporta luz natural durante el día a las exposiciones.
El Museo Liaunig es un proyecto de Querkraft. Fotos de Lisa Rastl y del álbum de Floornature.com en Facebook.