Con el fin de encontrar el mejor diseño para el Planetario de Shanghái, el Museo de Ciencia y Tecnología de dicha ciudad organizó un concurso internacional de ideas. De él salió vencedora la propuesta de un estudio neoyorquino. El jurado no dudó en valorar la forma en espiral del edificio, en clara alusión al vínculo que durante siglos han tenido los chinos con la astronomía. Pero este proyecto también sorprende por su ambicioso programa de exploración espacial.
El diseño es moderno, dinámico, y tiene visión de futuro. Destacan en él tres elementos: el óculo, la cúpula invertida, y la esfera. Su extenso programa se distribuye en una superficie de 38.000m2, en la ciudad satélite de Lingang, situada al sureste del distrito de negocios de Shanghái. El complejo dispone de jardines, salas de exposición permanente, y un teatro planetario (esfera de 18 metros de diámetro). También hay galerías temporales, una sala digital de 21 metros de diámetro, y hasta un IMAX. No podía faltar un centro de educación e investigación, un telescopio solar, y hasta un campamento para observaciones. La construcción de todo esto costará unos 85,8 millones de euros.
El Planetario de Shanghái lo proyectó la oficina Ennead Architects, en colaboración con Design Partner Thomas Wong y Management Partner Guy Maxwell.