Esta vivienda unifamiliar es también conocida como Mario Rocha House, está construida en Valongo (Portugal), y su estilo se ajusta al de la buena arquitectura que normalmente se hace en aquel país, marcada por la austeridad y los volúmenes blancos. En esta ocasión la composición parte de un gran volumen (un prisma) al que se le han practicado determinadas aberturas, la principal para marcar su entrada, y romper de paso la simetría. Es un casa que tiene una organización completamente ortogonal, evitando así caer en la tentación de utilizar como pretexto la forma irregular de la parcela, llevando el proyecto a una complicada geometría.
En la Casa Valongo es inevitable hablar de las zonas de paso, ya que tienen un tratamiento especial, son amplios y luminosos distribuidores, algunos de ellos delimitados por amplias puertas, y otros por unos muros. En líneas generales, se trata de un proyecto muy generoso con las dimensiones, pero aunque carece de lujos y excesos en sus acabados, la casa se percibe como un palacio doméstico contemporáneo.
La distribución se realiza en tres plantas, una de ellas en sótano. La cocina y el comedor (8) se encuentran desvinculados del salón (14), el cual tiene un espacio a doble altura, y una preciosa escalera adosada a un muro, que conduce a una biblioteca (4). La piscina interior (11) que se ve en las fotos está en el lado sur de la vivienda, más allá de la cocina, con un gimnasio anexo (10). En este mismo nivel hay también un cuarto de invitados (13), mientras que el resto de dormitorios (6) se distribuyen en la planta alta, todos ellos con cuarto de baño dentro, y bien equipados de armarios empotrados. En la habitación principal se ha dispuesto un amplio vestidor y cuarto de baño con terraza.
Conviene no perder detalle de los elementos verticales de madera que se han colocado en la fachada este, con el fin de tamizar la luz, y preservar la intimidad de la casa; tampoco hay que dejar de lado la lámina de agua de la entrada, y muchas de las esculturas que decoran los espacios exteriores. Lo que menos nos ha gustado ha sido la valla exterior.
Esta vivienda unifamiliar es un proyecto de Atelier Nuno Lacerda Lopes. Fotos de Nelson Garrido.