Los autores de este proyecto lo iniciaron cuando se estaba construyendo el edificio con unos muros de ladrillo, en Psychikó, un municipio del área metropolitana de Antenas (Grecia). Se trata de una vivienda para una familia de cinco miembros, desarrollada en vertical, pero con un gran espacio para la zona del salón y el jardín.
Desde la calle, su fachada destaca por la madera que se ha utilizado para enmarcar las ventanas, y la caja saliente que forma el balcón. Esta disposición crea un fuerte contrasta con el color claro del resto del acabado exterior. También en el pavimento que rodea la piscina, la pérgola, y otros elementos, se ha utilizado la misma textura de madera, creando un conjunto bastante armonioso. Con estos recursos, lo que podía haber sido una caja aburrida, se ha convertido en una moderna casa.
La distribución de la Casa Psychikó se llevó a cabo colocando la escalera en una de las esquinas, algo poco habitual, pero que en este caso sirvió para organizar muy bien las habitaciones. En la planta baja hay una amplia cocina (tiene mesa de comedor) separada de la sala, la cual está muy bien relacionada con el jardín, gracias a unas puertas correderas. En este nivel no hay aseo.
Los tres dormitorios de los hijos están en la primera planta, compartiendo dos cuartos de baño, mientras que el dormitorio de los padres se ha situado en el último piso. Está diseñado como una suite (con baño y vestidor).
Esta vivienda unifamiliar es un proyecto de los arquitectos de KLab Architecture (Kinetic Lab of Architecture), también conocidos por su antiguo nombre de KLMF. Es un estudio multicultural e internacional, fundado en el 2001 por Konstantinos Labrinopoulos.