Éste es uno de esos proyectos de reforma que está resuelto como mucho ingenio. En él se consigue perfectamente el objetivo marcado: disolver los límites entre la edificación y el espacio público. El lugar para tal empeño era el Café del Arco (Murcia, España). Esta cafetería se inauguró en la década de 1980, llegando a ser muy conocida en la ciudad.
No se cambió lo que se sabía funcionaba muy bien: por eso se mantuvo la escalera y demás elementos estructurales. El tiempo también había demostrado que la posición de la barra era la correcta. El nuevo diseño se centra bastante en incorporar una decoración que ayude a ver el local como una prolongación de la plaza. Por eso la decisión de continuar con el mismo pavimento del exterior resulta acertadísima. Se captura así un pedazo de ciudad dentro de la cafetería.
Lo mismo ocurre con la textura/piel que se crea para la fachada. Se compone de una celosía de listones verticales de madera de iroko, colocados sobre una ligera estructura de acero galvanizado. Eso permite cierta transparencia, y aporta la privacidad que se deseaba.
Hay que señalar que toda la iluminación de este local comercial es LED. Y como se trata de un establecimiento que permanece abierto durante muchas horas del día, se decidió hacer móvil las vitrinas de las tapas. Así se liberaba espacio en la barra para las horas de copas (ver vídeo). Otro detalle que seguro ayuda a la ‘peregrinación’ de clientes a la cafetería lo encontramos en los lavabos. Unos espejos funcionan también como pantallas de proyección, es lo que se ve en el segundo vídeo. A juzgar por el detalle de una de las fotos, ese ‘muro vegetal’ que decora las paredes está hecho en realidad con hojas de material textil.
Es un proyecto de Clavel Arquitectos.