Suele ocurrir que los arquitectos japoneses tengan los encargos más complicados del mundo. Aquí tenemos otro ejemplo con construcciones vecinas a menos de un metro, y con poca anchura para desarrollar el programa. De manera resumida, el encargo decía lo siguiente:
Barriada de alta densidad de Tokio, solar de apenas 70m2, construir una vivienda para una joven pareja…
En uno de los laterales, el muro de fachada está ligeramente inclinado, y en el lado opuesto hay un patio con doble altura. Es un recurso inteligente para evitar abrir huecos directos en el cerramiento medianero. La escalera está muy forzada, sin barandilla en el lado del vuelo. Es un plano blanco plegado (corian?) hasta la planta segunda , donde está la cocina. Desde allí hasta la azotea hay otra escalera, pero mucho más estrecha, que recibe luz natural procedente de la claraboya que da acceso a la cubierta.
La planta más ancha es la última, por eso ahí queda ubicada la cocina-comedor y el salón. El baño principal está en la planta baja, pero hay un aseo en la planta primera, la del dormitorio, donde también hay espacio para zona de escritorio. La fachada inclinada, junto al blanco brillante en paredes y suelo, le da al interior un carácter muy original y hasta minimalista. La última planta tiene el techo mucho más alto.
House in Matsubara es un proyecto del estudio Ken’ichi Otani Architects.
Que ingenioso, la necesidad crea el órgano