En este artículo escribimos sobre un elemento constructivo/decorativo de una obra. Volvemos a analizar otra escalera, en esta ocasión la que se hizo para la reforma de la casa del poeta portugués Antero de Quental. Este proyecto tenía como objetivo convertirla en centro literario.
Se trata de una sorprendente escalera en espiral, con peldaños de madera y pared perimetral forrada de estanterías. Este bello elemento estructural está en una torre, y recorre dos plantas del edificio. Sus estanterías han sido retroiluminadas a través de paneles de plexiglás translúcido. Un aspecto muy peculiar de su trazado es que el tramo inferior se estrecha, desaparecen las estanterías, pero sigue su desarrollo encerrada por un pretil blanco. El acabado se ve impecable.
Es un proyecto del arquitecto portugués Manuel Maia Gomes. El interior de la casa se llegó a ver completamente destruido, excepto los muros de fachada. Fotos de Fernando Guerra.