Los proyectos arquitectónicos se suelen crear cumpliendo las condiciones urbanísticas de la parcela, y las que el cliente nos impone. Eso deja a veces poco margen para ir más allá de nuestra imaginación. Esta vivienda de apenas 158m2 parte de tres requisitos que el cliente planteó al arquitecto: la casa debía tener jardín; un apartamento para huéspedes; y una fuerte presencia hacia la calle.
En una parcela tan estrecha fue necesario llegar a un acuerdo con uno de los vecinos colindantes. La intención era dejar un espacio libre en el lado sur, para abrir huecos y disponer del deseado jardín.
La casa queda organizada en un volumen de planta rectangular, de espacio interior muy abierto. Tiene por tanto una distribución lineal, donde el cuarto de baño separa al dormitorio del salón. La cocina está también abierta, con una isla con el fregadero y tablero para comer, dejando a sus espaldas un área de estudio por donde se puede salir a la parte trasera del jardín.
El pequeño apartamento para huéspedes se sitúa arriba, en un cuerpo en voladizo y con entrada independiente. También se puede acceder a él desde el salón de la casa. Esta distribución permite que la parte superior de la vivienda se pueda utilizar como un espacio extra, o bien como un apartamento para alquilar.
Desde la calle, la fachada presenta un primer plano de hormigón, y más allá el volumen superior revestido de chapa corrugada, muy diferente al entorno tan ecléctico.
Fotos y proyecto de John Donkin Architect.
Excelente pagina! Congratulaciones