Esta vivienda está en Berkeley (California), y cuenta nada más y nada menos que con 320m2. Es la Casa Gravitt 48, una obra contemporánea que disfruta de unas estupendas vistas a la bahía de San Francisco. Como vemos en el plano se sección, está construida en un terreno de mucha pendiente.
La vivienda está proyectada para permitir la entrada de luz por el oeste, evitando el sol directo en las horas de mayor radiación. Por eso es sensible a cuestiones de arquitectura bioclimática, y se adapta a la topografía del terreno para aprovecharse del aislamiento natural que le brinda. La cubierta es de metal, al igual que la carpintería, que es de aluminio anodizado. Con esos acabados exteriores la casa no precisará de mucho mantenimiento.
Los arquitectos autores (Debbas Architecture) pusieron empeño en utilizar materiales reciclables en la fachada, como los paneles de fibra de resina. O el revestimiento en la parte del garaje con material de fibra de cemento. Pero no tuvieron muy en cuenta la procedencia de los mismos (Holanda y Suiza respectivamente), ya que el transporte también deja su huella. Además, en la memoria del proyecto justifican (de forma un tanto vergonzosa) la falta de apoyo en energías renovables de una casa hecha con tanto lujo.
Lo más destacable del interior es la forma de catenaria que deja la cubierta hacia el espacio principal de la casa (el salón). Tiene revestimiento de madera, y deja la silueta marcada en una fachada lateral. En el nivel más inferior se ha dispuesto un dormitorio y un salón, con ventanales de las mismas dimensiones que en las plantas superiores. Si se observa bien las plantas que tienen dormitorios, se puede apreciar que en los cerramientos laterales se han colocado todos los armarios. En cambio en el salón principal se han abierto huecos horizontales.
Las fotografías son de Nic Lehoux y César Rubio.
