Existe un método que simplifica la instalación de un jardín vertical dentro o fuera de casa. Se instala con comodidad y es modular. Los Woolly Pocket están hechos a mano a partir de botellas de plástico recicladas y son fáciles de colocar (ver vídeo) y de mantener. Sólo se tienen que colgar y rellenar de tierra y plantas. Estas bolsas poseen una parte que es impermeable, con el fin de mantener secos los suelos y paredes. El resto es transpirable para que se pueda liberar el exceso de humedad. Hay una versión sin el forro impermeable, pensada para exteriores y así tener el máximo drenaje.
Estos «bolsillos» vienen en tres tamaños modulares para poder cubrir cualquier muro, y en tres colores diferentes.