En un espacio rectangular con acceso por un lado, y ventana en el opuesto, todos los intentos de dibujar dos dormitorios son inútiles. Para afrontar ese reto hay que recurrir a soluciones poco convencionales. Eso se hizo en la remodelación de un edificio antiguo de Londres. Había que encajar 2 dormitorios para los hijos del propietario, pero al arquitecto se le ocurrió una solución muy peculiar.
Viendo el vídeo uno se puede distraer bastante con esa pared/armario que gira. En realidad no es más que un elemento móvil de una solución más compleja y astuta, que aprovecha bastante el espacio. La adaptación a esta geometría llegó mediante una diagonal que divide los dos dormitorios. En rincones opuestos se plantean los escritorios; los armarios se sitúan en la parte móvil de la pared divisoria; y en el rincón que queda están las camas, cada una a un nivel, formando parte del mobiliario (diseñado expresamente para este proyecto). Por supuesto, cada habitación mantiene una entrada diferente desde el hueco de escalera de la casa.
Queda claro que a veces los arquitectos tenemos que desprendernos de los recursos compositivos a los que estamos acostumbrados. Solo así surgen las mejores solución. En este caso además tenemos que agradecer el hecho de que se haya pintado cada habitación de un color. Ese gesto ayuda una barbaridad a comprender este magnífico proyecto.
Es un proyecto de Storp Weber Architecture. Se encontró en el blog de A Daily Dose of Architecture.