En el 2005 el gobierno chino anunció su esfuerzo en reducir en un 20% el consumo energético para el 2010. Hasta entonces se había gastado unos 300 mil millones de euros en ese objetivo. El plan urbanístico de Future City marca un logro más en el empeño por reducir las emisiones de carbono. Tiene un diseño económico y de clara protección por el medio ambiente.
El lugar elegido en esta ocasión fue Yinggehai, al sur-oeste de la isla turística de Hainan. Es una zona utilizada para la producción de sal (salinas). La nueva ciudad ocupará una superficie de 42,8 km2 y sus características sustentables/sostenibles están basadas en la producción y almacenamiento de energías renovables. Posee una planificación inteligente de la distribución de la energía, según la demanda.
Las imágenes renderizadas de este planeamiento muestran que difiere bastante de otros planes urbanísticos que hemos visto para China. En ellos suele abundar la edificación en altura. Aquí se incorpora el concepto de turismo ecológico, realizando una conexión entre lo rural y lo urbano denominada “glo-cal DNA city”. Y es que la conciencia ecológica se pretende transmitir hasta el ciudadano.
En el trazado de esta ciudad tiene una fuerte presencia el agua. Los espacios públicos y la trama de transporte, forman importantes ejes. En este aspecto hay que señalar la gran variedad, con recorridos peatonales, para bicicletas, bus, e incluso el innovador vehículo PRT. Dentro de las características sostenibles encontramos un fuerte apoyo en la energía solar y la eólica. Se añadió la producción de energía a partir de desechos biológicos. También se consideró el reciclado de aguas pluviales, y la recuperación de recursos hídricos.
El plan urbanístico para Future City fue diseñado por SBA Design.