Esta vivienda unifamiliar está situada en un lugar muy escarpado, en la ladera oeste de Mercer Island (cerca de Seattle). Disfruta de una interesante panorámica hacia los picos de Olympic Mountains. La parcela es larga (122m) y estrecha (15,24m), y la pendiente llega en algunos puntos al 35%. El inconveniente aquí es que no se podía construir más allá de los 10,66m de la anchura de la propiedad; ni tampoco superar los 9,14m (30pies) de altura con respecto a la rasante del terreno.
Bajo estas condiciones, la casa resultante se desarrolla en cuatro niveles diferentes que van adaptándose a la topografía. Hay un primer cuerpo de hormigón, y el resto de madera, atravesados por un eje longitudinal de escaleras que comunica la parte alta (entrada) con el resto del edificio.
Lo más interesante de esta casa en ladera son los patios que quedan entre ella y los muros de contención de hormigón armado. En ellos el pavimento está dispuesto en franjas paralelas, para que crezca la hierba, y con algunas rocas sabiamente colocadas. El interior no está mal, muchas partes de la estructura metálica quedan vistas, y otras muy bien revestidas con madera, como los soportes del salón. Todos los suelos son de madera, así como los techos de las habitaciones más grandes, aunque el revestimiento de las fachadas presenta serios problemas en los encuentros de algunos lucernarios de vidrio. Nos referimos a las franjas horizontales formadas por los tablones salientes.
Es una pena que en los planos de planta apenas se puedan distinguir las escaleras de las zonas que están con lucernarios, ya que se han representado de la misma manera.
Este proyecto fue creado por el estudio Robert Hutchison Architecture.