Tradicionalmente las lámparas se han venido diseñando teniendo en mente la forma y tamaño de la fuente de luz, generalmente una bombilla. Pero gracias a la tecnología LED eso hoy día ya no supone una limitación, al contrario, las lámparas podrían diseñarse ridículamente pequeñas. Pero en el caso de las lámparas colgantes, hay que reconocer que siempre ha jugado un papel primordial la forma de la pantalla, como si tuvieran la misión de crear un espacio con identidad propia dentro de una habitación. Precisamente esta cualidad es la que potencia cualquiera de las lámparas W151.
Su diseño es exageradamente sencillo, pues se ha reducido a una pantalla con forma de cono. Deja en su parte superior el hueco justo para que pase el cable. Eso sí, existe en tres versiones, dependiendo del ángulo de su vértice, desde muy agudo hasta muy obtuso. Pero además las tres lámparas colgantes W151 son enormes, pero aún así pueden pasar por el hueco de una puerta doméstica.
La pantalla está fabricada con una plancha de aluminio, y una pieza final de plástico resistente que define su vértice. Este conjunto tiene un acabado en color mate, desde un tono anaranjado para el modelo más estrecho, hasta un rojo más oscuro en el más ancho. También se ha fabricado una serie en blanco, y otra íntegramente en color negro.
Estas lámparas colgantes fueron diseñadas por Claesson Koivisto Rune para el fabricante Wästberg.