El proyecto para el Centro Rey Abdulaziz para la Cultura Mundial salió de un concurso internacional en el que los arquitectos noruegos de Snøhetta vencieron a propuestas de otros famosos. Entre ellas estaba las de Zaha Hadid y Rem Koolhaas. Este complejo cultural tiene una superficie aproximada de 80.000m2, y cuenta con varios componentes muy funcionales. Lo más destacable es la imagen exterior que transmite, llegando a verse como un nuevo icono en la ciudad de Dhahran (Arabia Saudita).
La inspiración de la idea llegó de ciertas formaciones rocosas de aquel país árabe, relacionadas con el petróleo. De hecho el edificio sirve para conmemorar el descubrimiento del primer pozo. Por eso el diseño arquitectónico de este Centro Cultural tiene tanto que ver con la historia como con la creatividad humana. En su interior encontraremos salas destinadas a la conservación de archivos históricos, biblioteca, centro de aprendizaje, y un auditorio. Además incluye un museo con exposiciones permanentes e itinerantes, cafetería, y tiendas de regalos.
El volumen central es una especie de ‘torre de conocimiento’, que se eleva por encima del resto. Pretende transmitir la imagen de diferentes formas rocosas pulidas por el viento, con un aspecto exterior metálico (acero inoxidable). Esperemos que este detalle se respete una vez el edificio esté terminado.
A pesar de utilizarse tecnología de última generación, el edificio se está construyendo también con técnicas tradicionales (muros de tierra apisonada, por ejemplo). Las obras están actualmente casi a la mitad, como bien se puede apreciar en algunas de las fotos añadidas.
ACTUALIZACIÓN: Publicamos un artículo con fotos de este museo casi terminado.
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