Burj Doha es un rascacielos de 232 metros de altura que está situado a la orilla del Golfo Pérsico, en la capital de Catar. Su sencilla forma cilíndrica está rematada por una cúpula y una gran aguja (pararrayos). Pero esta clara alusión a la arquitectura árabe está fortalecida por una delicada fachada formada por varias capas, creando una celosía que protege el interior del edificio de las radiaciones solares.
En su conjunto, no es precisamente la torre más bella del lugar. En cambio, sí podremos encontrar determinados detalles interesantes en su interior. Destacan los relacionados con sus elementos de hormigón armado (inclinados), el tratamiento del suelo, y algunas de sus plantas completamente diáfanas. De noche, el edificio se puede comportar como una gigante escultura que exhibe diferentes juegos luminosos en su fachada.
El rascacielos Burj Doha ha sido proyectado por el arquitecto Jean Nouvel.