Estas insólitas fotos están tomadas en la ciudad china de Wenling. Es una casa que ya no tiene entorno urbano al que pertenecer. Las construcciones colindantes fueron demolidas por el desarrollo urbanístico del lugar. Por eso ha quedado en medio de una carretera que lleva hacia la estación de tren.
Esta situación se debe a la confrontación habitual en China entre las autoridades y los propietarios. Ofrecen una compensación económica ridícula por expropiación, a menudo menos de la mitad de su valor real. Luo Baogen y su esposa, dueños de esta ‘casa clavo’ (llamada así porque se niegan a vender), no consideran justos los 220.000 yuanes (27.500€) ofrecidos. Hay que tener en cuenta que su vivienda costó cerca de 600.000 yuanes (75.000€).
Ante estas resistencias, las autoridades suelen cortar los suministros de luz y agua. O aprovechar un día de ausencia para realizar la demolición de la casa. Pero no es normal que haya pasado tanto tiempo, que el edificio siga teniendo suministros municipales, y que se haya trazado esa carretera, la cual aún no se ha abierto al público.
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