Estos renders corresponden al proyecto para la Opera House para la ciudad de Busan (Corea del Sur), desarrollado por la firma de arquitectura Snøhetta. El diseño está basado en la filosofía coreana del kun-kon-kam (cielo, tierra, y agua), expresado en dos superficies curvas opuestas. Una abraza el cielo, mientras que la otra establece una conexión con la tierra.
El caso es que tanto empeño en materializar esta idea parece que se ha convertido en un arma de doble filo, porque el resultado final no es precisamente lo mejor de Snohetta; por muy tentador que resulte crear un edificio en el que exterior se llegue a confundir con el interior, lo público con lo privado. Lo cierto es que al jurado del concurso sí que le convenció, pues le otorgó el primer premio.
El auditorio está recubierto con listones de madera de cerezo, con el fin de mejorar las condiciones acústicas, las cuales van variando su inclinación. El exterior del núcleo está revestido de mármol y vidrio, permitiendo que el interior se llene de luz natural.