La tienda de zapatos Shoebaloo de Amsterdam tuvo un gran éxito. Por eso sus dueños pidieron un nuevo diseño a los arquitectos de MVSA, pero esta vez para Róterdam. En este segundo proyecto se superaron, la tienda es aún más moderna. Los arquitectos consiguieron un impactante ambiente interior a base de elementos modulares irregulares, superficies reflectantes, y una cuidada iluminación.
Desde la calle, es imposible pasar delante de la tienda sin mirar a través de su escaparate. Está cubierto por un papel de un color verde apagado, recortado con la forma de los elementos interiores. Y es que esta tienda de zapatos utiliza unos originales expositores, forrados de cuero blanco. Allí los zapatos lucen como auténticas joyas, potenciando de esa manera cada uno de los modelos en venta. Los 375m2 de la tienda están inundados con una decoración de baja iluminación, enfocándola a los módulos blancos de plástico que exhiben los zapatos, botas y bolsos. El fondo de estos módulos -de forma también irregular- está retroiluminado con una luz que puede cambiar de color. Este gesto aporta una interesante variable al diseño interior. La parte central del espacio está ocupada por algunas vitrinas y bancos de plástico blanco, siguiendo el estilo orgánico del resto. El mueble de caja está recubierto con terciopelo negro, creando un fuerte contraste. Techos de espejo, y un suelo con un alto grado de reflexión, hacen el resto.
Fotografías del estudio de arquitectura MVSA.
La tienda es alucinante, tiene un aspecto retro y futurista a la vez, y los espejos hacen que parezca más grande.