No es nada habitual que analicemos arquitectura religiosa, pero esta vez el proyecto lo merece. Lo consiguió por cómo traslada al siglo21 el estilo de las catedrales góticas, manteniendo toda su esencia. Este geste se plasma con formas limpias y materiales contemporáneos.
Esta idea surgió de una invitación que los arquitectos de Axis Mundi recibieron para la nueva catedral de Estrasburgo (Francia). Está compuesta por unos elementos que son muy fáciles de identificar en las imágenes renderizadas. Su estructura está compuesta por una sucesión de losas curvas de hormigón, dando el aspecto general de un gigantesco pliegue. Esta composición a su vez crea un ritmo de modernas vidrieras.
En un proyecto de estas características, no podía faltar la planta de cruz latina. Pero ese nivel queda por debajo de la rasante de la calle, ya que el acceso a la catedral -esto nos encanta- se hace por una rampa desde lo que sería su fachada principal. Esta fachada es identificable por el relieve pixelado que dibuja una abstracción de una catedral gótica. Es un efecto bastante mágico, pues los rayos del sol matinales producen unas sombras arrojadas que van desapareciendo a lo largo del día.
A la secuencia de pliegues de hormigón se les ha «restado» la silueta de un arco ojival. De esta ingeniosa manera se consigue provocar en el interior la ‘nave central’ de esta moderna catedral. Los volúmenes que se ven en el altar son un conjunto de columnas hexagonales que dejan aparecer por detrás una sencilla cruz de bronce.
Este proyecto formará parte de esa colección de arquitectura virtual maravillosa. Las imágenes son del estudio de arquitectura neoyorquino Axis Mundi.