Una de las ventajas de vivir en un edificio antiguo es la altura libre que generalmente encontramos en sus habitaciones. Eso ocurre en este maravilloso inmueble de 1881 situado en Gotemburgo (Suecia). En él se consiguió aprovechar y decorar con bastante destreza unos 17 metros cuadrados para un apartamento.
Este moderno estudio está equipado con todo lo necesario, y su ajustado espacio tiene una distribución bastante inteligente. Posee cuarto de baño independiente (con ducha), dejando el resto de funciones repartidas en su superficie libre. La decoración es bastante «sueca», predominando el blanco. Hay varios elementos de almacenaje, y un rincón para la cocina. Accediendo por una escalerilla de madera se llega al dormitorio, que está en un altillo.
A pesar de haber pocos metros cuadrados, el arquitecto consiguió un moderno y juvenil apartamento, decorado además con buen gusto.
Imágenes de Alvhem.