Es normal que estudiantes de arquitectura, arquitectos, urbanistas, ingenieros… estemos acostumbrados a manejar planos de ciudades. Muchas veces incluso los hemos coloreado, pero en plena era digital puede que acaben teniendo una utilidad más artística. Eso es precisamente lo que se le ocurrió a Karen O’Leary, que cobra más de mil dólares por algunos de estos planos de las ciudades más importantes del mundo.
Trabaja utilizando un papel de calidad, del tipo para pintar en acuarela. Va recortando una a una las manzanas urbanas, con el fin de obtener una auténtica ‘obra de arte’ con el tejido urbano de Nueva York, París, Madrid, Vancouver, Berlín… Los trabajos están en diferentes formatos. También los hay mucho más baratos.