En estas fotos veremos el aspecto que tiene un loft de Nueva York (Greenwich Village, Manhattan). Fue remodelado para un coleccionista de arte y libros. Es un diseño que está a medio camino entre el espacio vital y la galería de arte. Se llevó a cabo en un lugar de proporciones anchas y largas. Eso sí, el techo es más bajo de lo habitual para este tipo de actuaciones.
La creación de paredes curvas ayudó a dividir el espacio en zonas de proporciones más equilibradas, más aptas para el uso doméstico, y al mismo tiempo para generar más superficie de pared para la exposición de cuadros. Hay que resaltar el tratamiento que en todo este trabajo tuvo el techo, alternando zonas que ofrecen una superficie opaca con otras que están iluminadas por unas 18.000 luces LED. Esa instalación forma una especie de membrana luminosa que actúa como divisor virtual del espacio. Este techo puede ser programado para que ilumine con diferentes tonalidades de luz. También se observa una iluminación continua, varias hendiduras en el techo, que trazan diferentes líneas curvas.
Las ventanas anteriores fueron sustituidas por unas más grandes, de suelo a techo, que ofrecen una panorámica más amplia de Manhattan. El piso es de madera de abeto con tablones de 45cm de anchura. Espectacular es también el área de biblioteca, con estantes retroiluminados. Se hizo empleando doble curva de fibra de vidrio, reforzada por unos paneles de yeso. Por supuesto, toda la instalación técnica y de climatización está integrada en las paredes curvas.
Este interesante proyecto de reforma fue realizado por UNstudio.