
A muchos arquitectos les gusta jugar con las escaleras, unas veces para reducirlas a lo mínimo, otras para experimentar haciendo parecer que los peldaños están flotando, pero cuando se juntan estas dos intenciones el resultado no puede ser otro que el de unas escaleras más que atrevidas.
En el sitio de oobject.com han recopilado 12 escaleras flotantes, todas muy interesantes y variadas, pero algunas son para jugarse el tipo, las que más nos han gustado las tienes aquí.
- La típica escalera que solamente tiene peldaños en voladizo, empotrados en el muro, (no hay tabicas), y casi tampoco barandilla porque está en el lado contrario al que debería. Toda una broma de los arquitectos de la Maison NW (Nathalie Wolberg-Architecture).
- Se podría decir que esta escalera, creada como consecuencia de la ampliación de un apartamento (Graz, Austria), es una versión de la escalera-cinta de los arquitectos HSH, pero de ida y vuelta, y sin apoyar en el suelo. Tampoco hay barandilla.
- Bueno, esta es la más fashion y segura de todo el lote,… y la más cara. Es una adaptación del modelo ‘mistral’ del fabricante Siller, en la que los peldaños de madera van fijados a ambos lados en los paneles de vidrio, que a la vez hacen de barandilla, pero sin pasamanos.
- Este ejemplo pertenece al proyecto ganador del concurso para la Opera House de Taichung (Taiwán), del arquitecto Toyo Ito. Una ‘infinita’ escalera en espiral, y sin apoyos intermedios, atraviesa uno de los huecos del edificio.
- La ‘mejor’ escalera de esta colección está en un rascacielos en Suiza, obra de los arquitectos Sabina Lang y Daniel Baumann. Una puerta más allá de la décima planta da a una escalera que conduce a otra puerta de una planta superior. Los peldaños están volados desde un perfil metálico fijado en el hormigón, y no hay barandilla, aunque tampoco hace falta, porque la escalera en realidad es una escultura puesta ahí arriba para dar vértigo a los peatones que pasean por la calle.

A partir de un apunte de 2modern.
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