Estas fotos corresponden a un proyecto de marcado espíritu minimalista, que en vez de llamarse FU-1 House podría haber sido perfectamente «casa en blanco», porque hasta los muebles están en el mismo lenguaje y color que el resto de la construcción. A pesar de la superficie que tiene la parcela (390m2) la vivienda es relativamente pequeña. La casa ocupa sólo unos 99,03m2, descontando ya las áreas cubiertas para estacionamiento y camino a la entrada.
La vista general de todo el conjunto es casi lo mejor de la FU-1 House, planos de muros y losas de hormigón armado guardan un equilibrio perfecto. Es un volumen sencillo y eficaz, donde hasta las cubiertas han quedado simplificadas.
El acceso protegido con losas de hormigón desde la calle hasta la entrada de la casa merece estudiarse con detenimiento, porque es simplemente genial.
Toda la fachada al patio ha quedado acristalada, y el espacio central de la casa (cocina-comedor) está abierto en sus extremos. Eso es justo lo primero que se ve cuando se entra a la vivienda. Junto al blanco omnipresente se ha añadido una mesa con tablero de vidrio, y a la isla de la cocina se la ha forrado con chapa de acero inoxidable, quebrándola hasta el suelo y dejando un hueco con un efecto de luz. La habitación que queda opuesta a la entrada tiene un techo más alto, y un nivel superior, está preparada para funcionar como sala de proyección de cine (home cinema).
La parte del baño tiene también su punto de originalidad porque además de ducha, tiene bañera, pero hecha en la propia estructura de la casa: se accede por dos escalones a una especie de mini piscina.
La casa FU-1 es un proyecto del arquitecto japonés Akiya Matakao.