Más del 95% de las hipotecas que se formalizan, lo son para la adquisición de la primera vivienda, la importancia de esta compra hace muy recomendable asegurar el pago de la hipoteca.
Acudir al préstamo para financiar la adquisición de la vivienda propia es prácticamente ineludible. El valor que han alcanzado hoy en día los bienes inmuebles hace necesario el financiarlos. Para ello el préstamo con mayores facilidades y virtudes es el de garantía hipotecaria.
La ventaja aparente del préstamo hipotecario, el gran plazo para su amortización puede volverse en su contra, si las circunstancias personales o laborales se complican en el futuro. Es habitual que las entidades financieras que le ofertan el préstamo hipotecario incluyan en la operación un seguro de vida. Este seguro tiene por objeto garantizar a la compañía financiera el cobro del capital del préstamo pendiente, en caso de que fallezca el titular del bien hipotecado.
Sin embargo existe una posibilidad que muy pocas se asegura, la de encontrarse en situación de desempleo, en situación de enfermedad grave, que podría ocasionar el no disponer del dinero suficiente para poder pagar en un futuro las cuotas del préstamo hipotecario.
Esta posibilidad no suele preocupar en exceso al prestamista, ya que su garantía de cobro es la propia hipoteca. Desde luego si existen problemas temporales de liquidez siempre se puede negociar con el banco una ampliación de los plazos de devolución del préstamo hipotecario. Pero el tiempo de duración de las hipotecas, es llevado en la actualidad, a su máximo posible, ya no es infrecuente encontrar hipotecas a 30, 35, incluso 50 años.
Ante estos periodos temporales de amortización tan elevados, es conveniente formalizar un seguro que cubra las eventualidades personales que puedan impedirle hacer frente a los pagos. Este tipo de seguro debe cubrir los posibles tiempos de baja por enfermedad, desempleo o incluso invalidez, de manera que las cuotas pendientes o todo el capital sea devuelto por la compañía aseguradora.
Si no encuentra en el mercado productos que cubran esta contingencia, alternativamente puede buscar fondos de inversión, en los que invirtiendo pequeñas cantidades anuales, se le asegure una rentabilidad mínima. De esta manera de forma sistemática irá formando un capital con el que poder cubrir esas complicaciones de devolución de cuotas de su préstamo hipotecario. Asegúrese que el fondo que suscribe permite el rescate de capital con las menores penalidades posibles, alternativamente intente que el fondo de inversión permita su sindicación al cumplimiento de la propia hipoteca.
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