Pensábamos que hoy día ya no se construían estos experimentos, pero aquí tienes un ejemplo. Situada al norte de la ciudad de Los Ángeles, podremos ver la Casa Pittman Dowell. Es un interesante proyecto de cómo se puede diseñar una casa habitable en un difícil heptágono. Evidentemente, para llegar a un planteamiento similar, hay que contar con el beneplácito del cliente. En esta ocasión el propietario estaba totalmente convencido de que no quería una casa convencional.
En los 232m2 no encontramos particiones de tabiquería o puertas. Hay una perfecta transición de unos espacios a otros en una lógica y estudiada organización. Y todo ello a pesar de existir ángulos muy agudos en algunas de las estancias. El dormitorio, por ejemplo, es una habitación que tiene 3 lados. Pero es lo suficientemente espaciosa para que la geometría del triángulo no la convierta en una estancia agobiante.
La cubierta plana del edificio enseña casi en su totalidad su distribución interior. Decimos «casi» porque no transfiere lo que hay en el cuarto de baño. Es un sabio laberinto en el que las diferentes funciones están escondidas -pero sin puertas- entre unos sinuosos muros curvos. Lógicamente, el mayor inconveniente de un edificio con esta geometría es el escaso aprovechamiento que se hace del espacio.
La vivienda se construyó sobre una losa de hormigón, tiene soportes metálicos (ocultos) y vigas de madera. El coste final llegó a los 1.5 millones de dólares, a pesar de utilizarse materiales sencillos para no hacer subir más el presupuesto. Aunque las estrategias de diseño sostenible/sustentable no fueron prioritarias, sí se consideró favorecer una ventilación cruzada con ventanas situadas estratégicamente y que además tienen doble acristalamiento.
La casa Pittman Dowell es un proyecto de Michael Maltzan Architecture. Visto en Chictip.
hexagono??? yo vi siete lados…..