En un entorno destinado al turismo ecológico, cercano a Medellín (Guatapé, Colombia), se sitúa la finca El Retorno. Es un lugar de topografía en ladera, destinado a albergar unas instalaciones de refugios con restaurante, capilla y lago. Se trata de una arquitectura de hormigón, de una sola planta y construida como una continuidad del paisaje. Eso se consigue mediante una cubierta plana verde que funciona como una extensa jardinera.
Comunicadas las construcciones por una red de senderos y escaleras, cada uno de estos refugios funciona como una vivienda unifamiliar aislada. Tiene la parte trasera enterrada en la colina, y muy abierta en el resto de fachadas (acristaladas). Además algunos de los corredores y terrazas están en voladizo.
Desde cada uno de estos albergues se accede a su terraza ajardinada mediante unas escalinatas exteriores laterales. El hormigón está estucado en color negro, ofreciendo un contraste singular con el entorno, y enmarcando el vidrio de fachada.
El interior es bastante noble. Las paredes y techos están revestidos de madera de roble, mientras que para los pisos se ha utilizado piedra de pizarra y piedra royal dorada. El resultado es bastante sencillo e impresionante.
Determinados lucernarios se distribuyen en sus distribuidores, completamente revestidos de madera; la imagen de la izquierda corresponde al de la casa 1 y el otro a la 2. En las plantas que vienen a continuación son perfectamente identificables.
El refugio 1 y el refugio 2. Ambos con desarrollos muy diferentes, pero con la galería y escaleras exteriores en su perímetro. Las terrazas-mirador se diseñan volándolas en ángulo.
Es un proyecto de Atelier García.
Muy buen aporte, y muy buena arquitectura.