Los dueños de esta casa querían una cocina que se distinguiera de las demás, y vaya si lo consiguieron. No querían comprar más muebles, porque tenían una idea que no encontraban en el mercado. Por ese motivo decidieron fabricarse el mueble isla que les gustaba.
The Curve fue la solución elegida, y tuvieron la suerte de encontrar al equipo que se la construyera. Fue el mismo que les hizo el suelo de hormigón de la casa. Así que aprovecharon esa obra para ejecutar este mueble de hormigón que tiene un trazado en voladizo.
Como se puede ver en las fotografías, la isla tiene un diseño muy simple. Termina en unas esquinas redondeadas, y posee el canto suficiente para dejar empotrada la placa de cocinar. También se dejaron embebidas algunas conexiones técnicas.
Ejecución de un mueble isla de hormigón
Si te estás imaginando cómo se ha podido ejecutar este singular mueble isla, solo tienes que echarle un vistazo a la siguiente galería de fotos.
Se tuvo que realizar un encofrado con tableros de madera. Ese molde era imprescindible para poder conseguir la forma deseada, y dejar el hueco para la placa de cocinar. Debido a las capacidades mecánicas del hormigón, una pieza de este tipo necesita de una armadura de acero que absorba las «tensiones a tracción«. Por ese motivo se distribuyó una armadura, similar a la que lleva una losa de hormigón armado.
El tablero que forma la parte superior de la isla aparece aligerado, y con unos nervios o estribos. Puede que el diámetro de armadura parezca excesivo para la escasa carga que va a tener que soportar esta especie de «trampolín»; pero tiene su lógica, ya que el armado colocado tiene toda la pinta de ser el que necesita por «cuantía geométrica mínima» esa sección de hormigón.
También es verdad que esa isla se podría haber diseñado con un canto variable. Es decir, que fuera disminuyendo su grosor hacia el extremo del voladizo. Habría quedado más elegante, necesitado menos hormigón, y por tanto menos acero.
Este mueble de hormigón fue realizado por el equipo de BeauConcrete.