La luz facilita y hace más cómoda la vida de las personas, estén donde estén. Si su procedencia es solar, mucho mejor, ya sea de forma natural o «empaquetada». Las lámparas solares representan probablemente el medio más directo del uso de energía limpia, tal vez por eso se están haciendo tan populares. En su día conocímos LuminAID, una lámpara solar que no pretende conquistarnos por su estética, sino por otras cualidades.
¿En qué consiste la lámpara solar LuminAID?
Es ante todo una práctica y nueva manera de aprovecharse de la tecnología solar. Básicamente es una bolsa, que cuando está plegada ocupa poco espacio, pero al hincharse se convierte en una linterna ligera, que además es resistente al agua. Los calificativos que la definen son: segura, sostenible, portátil, y solidaria.
La bolsa de LuminAID es de plástico polietileno vinil acetato (PEVA – PolyEthylene Vinyl Acetate). Tiene una lámina fotovoltaica adherida a su cara exterior, y está protegida por una fina capa de plástico, de ahí que se pueda sumergir. Su batería recargable permite que la lámpara LED proporcione 5 horas de luz, siendo necesarias unas seis de carga. Cuando está inflada, esta lámpara solar tiene las dimensiones de un cuadrado de 23 centímetros de lado.
La lámpara LuminAID nació en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Columbia, para ayudar a la gente de Haití tras el terremoto. Sirvió para hacerles la vida más cómoda y segura en los campamentos, ahora la meta es llevar la bolsa LuminAID a otras partes necesitadas del mundo.
Hay más información sobre la lámpara Lumin AID en su sitio web oficial. Allí están recaudando fondos: por cada lámpara vendida se donará otra.
