Este innovador proyecto se diseñó para Arabia (en Qatar), para funcionar como complejo hotelero semi-sumergido en el agua. Se extiende desde la costa hacia el mar (1 kilómetro), como si de un gran animal acuático se tratara. Recibió el nombre de Amphibious 1000. Esta planificación urbanística tiene una parte en tierra, para viviendas y oficinas. Discurre alrededor de una torre con un restaurante panorámico arriba, pero hay otra en el mar. Esta última es muy similar a las conocidas islas artificiales de Dubai.
La parte más espectacular de Amphibious 1000 reside en los embarcaderos que conducen a las 80 casas flotantes (llamadas Jelly-fish). Estas viviendas tienen una sala inferior de observación del mundo marino. Por arriba, los desplazamientos rodados se hacen mediante vehículos eléctricos, o en embarcaciones propulsadas por hidrógeno. El hotel ofrece además una serie de espacios subacuáticos para disfrute de los visitantes.
Pero una vez más, hay que dudar de este tipo de planes. Recordemos el fracaso del proyecto de las islas artificiales de The World (Dubai), donde la acción del mar está destruyendo las islas de arena. También hay que tener en cuenta la subida que se espera para las próximas décadas del nivel del mar. Pero ojo, que en otras partes del mundo se ha construido ganándole terreno al mar (Nueva York, San Francisco, Hong Kong, Países Bajos…) así que lo mismo todo es cuestión de una buena planificación acompañada de un desarrollo sostenible.
Amphibious 1000 fue creado por Giancarlo Zema Design Group. Allí se suele trabajar con ideas innovadoras, no solo en la arquitectura, también en diseños náuticos y de interiores, generalmente con formas sensuales y orgánicas muy atrayentes.