Con la Casa PIBO ocurrió algo que no suele ser muy habitual en los encargos de arquitectura. En esta ocasión el cliente dio completa libertad al arquitecto para que le proporcionara el diseño de una vivienda compacta y sostenible. El resultado no se parece en nada a los edificios de su entorno (Maldegem, Bélgica), y se ajusta a lo que el propietario quería.
Un proyecto desarrollado con la plena libertad del arquitecto
Para poder llevar a cabo la idea, había que ir a una organización interior atípica: la zona de vida quedaría por encima de los dormitorios. En realidad, se trata de una casa con el salón en planta baja, y los dormitorios en el sótano. Pero aquí hay truco, porque la cocina y el comedor están 5 peldaños por encima. Esta estrategia permite que justo debajo se hayan podido meter tres dormitorios y un baño.
¿No se entiende? Solo hay que echarle un vistazo a los planos de sección (no hay ningún corte por la escalera al sótano), y mirar la siguiente foto.
En la parte central de esa imagen se puede ver el salón y la puerta de entrada. Un poco a la izquierda está la escalera que baja a las habitaciones (sótano), y más a la izquierda el nivel superior, que se corresponde con el comedor-cocina.
Este juego de forjados hace posible que la PIBO House pueda tener esas cubiertas inclinadas que arrancan desde la calle. Y lo mejor de todo: que funcionen como un jardín. Esta visión solo se ve interrumpida por el volumen saliente que marca la puerta de entrada, y otro que permite una gran ventana hacia el comedor.
Hay una rampa lateral que conduce a un patio inferior. Esto facilita la aparición de una fachada que da ventilación y luz a los dormitorios. Con este diseño el sótano dejó de ser un lugar oscuro, y se convierte en una planta más del edificio.
Desde el plano de la cocina-comedor se puede acceder a un patio trasero. Es una terraza con el piso de madera, que está vinculada a una pequeña piscina. La chimenea de la casa también se puede utilizar desde el exterior, e incluso en el verano (para las barbacoas).
Interior luminoso decorado con muy pocos elementos
Se podría decir que en la Casa Pibo apenas existe la decoración. Aquí la arquitectura se muestra por dentro tal cual es. Solamente han sido los materiales los que aportan cierto carácter, en una atmósfera dominada por el blanco. La misma madera utilizada para la carpintería es la que se ha puesto en los pisos, y en el frontal de la cocina.
Los muebles de cocina se han ajustado a la geometría inclinada del techo, dejando un leve espacio libre. El mueble isla respeta al máximo el lenguaje de la vivienda, y solamente encontraremos leves toques de color sólido en lámparas, mobiliario, y alfombras. El cuerpo que encierra la chimenea está revestido de una piedra gris, en un tono parecido al de las fachadas.
Una vivienda compacta con características sostenibles
Gracias a su gran aislamiento, este edificio puede funcionar con poca energía. En esto colabora bastante su cubierta verde, que aporta un aislamiento natural a la casa. También hay que destacar que las pequeñas cubiertas de los volúmenes de entrada y comedor se han aprovechado para colocar los paneles solares. Tienen orientación hacia el sur, y quedan ocultos desde la calle.
Esta vivienda compacta fue proyectada por el estudio de arquitectura OYO. Se trata de un colectivo de arquitectos, diseñadores, y constructores dedicados a la arquitectura y planificación urbanística. Sus proyectos se van definiendo tras plantear las preguntas apropiadas. Esta oficina se fundó en el 2010, por Eddy Soete, Nigel Jooren, Veroniek Vanhaecke, y Lies Willaert. Este equipo ya ha realizado proyectos dentro de muchos países europeos.