Esta vivienda está situada en una localidad catalana de la comarca del Maresme (Barcelona, España). Es la Casa San Pol de Mar, y en ella hay dos aspectos destacables: su estructura de hormigón visto, y su disposición en ladera. Se adapta a la inclinación natural del terreno, de casi un 100% de pendiente, y con unas vistas maravillosas al Mediterráneo.
El edificio está resuelto con una sucesión de terrazas, donde cada una de ellas funciona como pórtico de la planta inferior. Esto hace que aparezcan diferentes voladizos que se asoman al bosque de pinos y a la costa. También crea una buena conexión entre el interior y el exterior de la casa.
La entrada se realizada por la cota 100, que comunica directamente con la escalera principal y con otra que conduce a una azotea-mirador. Justo debajo está el salón y la cocina-comedor, que tiene unas grandes puertas correderas en la fachada al mar, y que a su vez dispone de acceso a un patio trasero. Esta organización permite una gran iluminación y ventilación natural en esta parte de la casa. En este mismo nivel (cota 97.28) hay una suite, aunque el dormitorio principal se encuentra más abajo (nivel 93.98), con el lavabo y la ducha situados en la fachada de vidrio. La parte inferior de la casa está destinada a un estudio y biblioteca, y tiene salida directa al jardín.
El proyecto de esta vivienda unifamiliar fue realizado por ISERN Associats. Fotos de Adrià Goula.