Después de un acalorado debate, finalmente el Ayuntamiento de Nueva York ha decidido permitir la construcción del singular rascacielos de BIG en West 57th (Manhattan). Para ello se ha tenido que firmar un compromiso que incluye el añadido de 173 viviendas sociales, dejando este moderno condominio residencial en un total de 750 apartamentos. Adicionalmente, el edificio industrial vecino dará cabida a 100 apartamentos de alquiler.
Nos alegramos de que hayan conseguido añadir esas viviendas sociales, pero lamentamos que una arquitectura que aprovecha tan mal el espacio se pueda llegar a construir, porque esa cubierta alabeada, que a su vez es fachada, va a dar lugar a una importante cantidad de superficie que no se va a poder utilizar. No siempre las ideas originales son prácticas, y éste es un claro ejemplo de ello.
El vídeo en esta ocasión quedó bastante espectacular, por el estupendo modelado y acabado del entorno, y porque al fin y al cabo permite destacar lo mejor del proyecto: las fachadas de volúmenes salientes completamente acristaladas.
Más información en Crain’s New York Businees.