Muchos diseñadores creen que el sofá debe ser un mueble que permita diferentes configuraciones, y puede que tengan razón, así sería mucho más fácil adaptarlo a cualquier sala. La solución pasa por fragmentarlo, como este modelo llamado Mumble, que se forma como si de piezas de un puzle se tratara, tanto en los asientos, como con las partes que sirven de respaldo. Es otra manera de entender el sofá, consiguiendo así formar conjuntos para los rincones, agrupándolos, enfrentándolos… Las posibilidades son muy numerosas.
Este sofá se fabrica con una estructura de acero y madera contrachapada, encargándose de la confortabilidad bloques de diferente densidad de espuma de poliuretano, con un tapizado en poliéster. No hay que preocuparse por el posible deslizamiento de las piezas que forman el respaldo (rellenos de micro-esferas de poliestireno) pues cada asiento tiene un sistema que lo impide. La colección se puede acompañar con una mesa en chapa de acero, esmaltada en los mismos colores que la gama del sofá.
El sofá Mumble fue diseñado por UAU para el fabricante Felicerossi.