Fue genial y oportuna la inspiración en la obra maestra de Kubrick (2001: Una odisea en el espacio) para presentar esta cápsula de realidad virtual. Es un objeto-máquina para meterse dentro, que prácticamente sirve para cualquier cosa. Tiene la capacidad de crear entornos envolventes para que uno pueda trabajar, relajarse, aprender, comunicarse… El concepto se llama i-Cocoon (inmersion cocoon).
Se trata de una esfera de fibra de carbono, de unos 4 metros de diámetro. Su cara interior está formada por una pantalla panorámica, con salidas de sonido; cámaras de captura de movimiento; y un disco en el suelo, sensible a los movimientos del espectador. Cuenta además con un asiento e instalación de aire acondicionado. La escalera retráctil de acceso sirve para aumentar más si cabe el guiño a la ciencia-ficción de esta cápsula.
Los creadores piensan que i-Cocoon puede tener su mercado en los entornos educativos, de telecomunicaciones, y en otros negocios. Pensamos que un hardware de estas características se acerca más al futuro (no tan cercano) del ocio doméstico. También puede relacionarse con muchas aplicaciones informáticas, sus posibilidades son casi infinitas. Para aquellos que hayan ‘desenvainado’ la tarjeta de crédito: no es un producto comercial, por ahora es solo un concepto.
Esta cápsula para realidad virtual es un diseño de Tino Schaedler y el colectivo NAU.
Estoy en un proyecto de la facultad, quisiera saber los materiales utilizados y los costos necesarios para producción.