
El edificio de la Opera de Oslo terminó su construcción en el 2007, un proyecto singular que nació de un concurso de arquitectura y que supuso una transformación urbanística en esa parte de la capital noruega. El edificio tiene una expresión estética muy diferente a los de su entorno, con una cubierta inclinada revestida de mármol blanco que protagoniza los espacios públicos exteriores, y con un volumen principal completamente acristalado en la parte central. En el interior existen muchos revestimientos de madera, pero también se pierde bastante la modernidad de sus líneas exteriores.
Opera House de Oslo es un proyecto de Snøhetta.