Gardur es un peculiar proyecto ubicado en una finca junto al río Ytri-Rangá. El paisaje es hostil y de poca vegetación, formado por las cenizas procedentes del volcán Hekla (Islandia). Escondida en una topografía ondulada se encuentra esta casa semienterrada de hormigón, como si de una duna más se tratara.
Casa semienterrada de hormigón
Con este proyecto, el cliente se comprometió con el programa existente de reforestación y cuidado de jóvenes árboles. De ahí que el edificio aparezca camuflado en el entorno, aprovechando una ondulación del terreno.
La planta de la pequeña casa es un rectángulo, ligeramente deformado en sus lados más largos. La cubierta es una losa curva de hormigón que sigue el trazado del montículo en el que se oculta. Pero en la dirección perpendicular se ha realizado una excavación, dejando a la vista las dos fachadas acristaladas de la casa. Vista desde esos lados, la alteración practicada al lugar es considerable. No hay más que ver el plano de situación para comprobarlo. ¿Mereció actuar de esa forma?
Organización de los espacios
El programa de esta casa es bastante escueto. La parte central es la que tiene el techo más alto, y más luz natural, por eso se ha ocupado con el espacio de vida. La cocina está empotrada, y es lo primero que encontramos una vez hemos pasado el vestíbulo de entrada. El resto es una sala con espacio suficiente para la mesa de comedor, y un sofá junto a la chimenea de leña.
Los lados cortos del rectángulo que definen este hogar, están en contacto con unos muros de contención (de hormigón). En uno de ellos se ha encajado un dormitorio con cama grande, y el baño. En el opuesto hay otra habitación (con escritorio), y la entrada a la casa.
Estructura, cubierta, y acabados de la Casa Gardur
Añadimos una galería de fotos tomadas durante la construcción de esta casa. Son bastante reveladoras, porque en ellas se demuestra que la duna es prácticamente artificial. Es decir, que apenas se tuvo que realizar vaciado para colocar el edificio. En las fotos de su estructura, se puede ver cómo los muros laterales inclinados trabajan de manera monolítica con la losa curva de la cubierta. Una vez terminada la estructura de hormigón, se rellenaron los laterales, hasta el techo.
La cubierta de la Casa Gardur es una delgada losa de hormigón que se apoya en los extremos. Con el fin de evitar la ejecución de vigas, y darle mayor rigidez al conjunto, se diseñaron unos soportes en ambas fachadas. Uno de ellos tiene forma de U, el otro es rectangular. Hay una foto tomada desde el interior, en la que se distinguen con claridad estos elementos estructurales.
Un punto importante es que en el exterior la cubierta queda revestida por un manto de tierra y vegetación. Este gesto le da continuidad al resto de la «duna», al tiempo que mejora el aislamiento de la casa.
Toda la carpintería, algunos revestimientos del interior, y muebles, son de madera maciza de roble. El techo y el suelo quedaron de hormigón, pero en el piso se pulió.
El proyecto de esta casa semienterrada de hormigón fue realizado por Studio Granda. Fotos de Rui Ferreira.