Ver para creer. Lo que en apariencia es una típica casa más o menos desproporcionada de Florida, en realidad es un gigantesco garaje. Su dueño (Joe Pires) lo quiso camuflar, y lo consiguió convirtiendo la gran puerta en un falso porche. Cuando la puerta se abate es cuando se descubre el engaño, con el pequeño tejado, barandilla, ventanas, puertas… Hasta la mesa con las sillas forma parte de la trampa. Por cierto, que las ventanas de arriba parece que tampoco son auténticas, ya que en el vídeo aún no están.
Para aquellos que lo tengan de tamaño estándar, y después de ver el vídeo quieran aventurarse, es bueno saber que hay una solución más económica y no menos simpática: pegarle un fotoplano.