Las preferencias para muchos jóvenes de hoy siguen estando vinculadas a la ciudad. Es verdad que eso puede implicar tener que acostumbrarse a vivir en un apartamento pequeño. Una superficie de 27 metros cuadrados fue suficiente para que una pareja australiana decidiera aventurarse a su remodelación. Se trataba de un estudio localizado en un antiguo edificio de Darlinghurst, un barrio situado al este de Sídney. Para ello colaboraron estrechamente con un arquitecto, pidiéndoles que encajara allí una vivienda que tuviera mucho espacio para las funciones diarias, armarios para almacenamiento, además de sitio para la lavadora.
2 Retos por solventar
La reforma tenía dos grandes retos. Por un lado había que ceñirse a un ajustado presupuesto. Y por otro a unas limitaciones espaciales bastante exigentes, dando como resultado el Apartamento Darlinghurst. El punto de partida era una habitación con forma de «L» que estaba bien ventilada y soleada. Y que además contaba con un cuarto de baño.
La solución planteada
La solución pasó por cambiar la posición de la cocina, para colocar en su lugar el nuevo dormitorio. Tiene espacio justo para la cama de matrimonio, pero creando una división que separa perfectamente las funciones diarias con las de la noche. Dicho de otra manera: separando lo público de lo privado. Pero la grandeza de este trabajo la encontraremos precisamente en cómo se han definido los armarios. Están adosados a la tabiquería, creando unos sencillos muebles minimalistas, con puertas pintadas de blanco, tanto en el salón como el dormitorio.
Como se puede ver en la axonometría que hemos incluido en la galería de fotos, el dormitorio tiene también espacio de almacenamiento en el piso, por eso aparece un escalón. El aparato de televisión está encajado en uno de los huecos del compacto mueble que hay en la pared, al igual que una estantería, el armario para las botellas, etc. Tanto la puerta del baño como la del dormitorio pueden deslizar por delante. De esta manera se maximiza la superficie útil del apartamento, al tiempo que quedan perfectamente integradas, y casi ocultas, cuando se quiere cerrar el paso.
Los muebles de la cocina mantienen el estilo minimalista, pero su color oscuro (también en el grifo) crea un contraste atractivo con el resto de la decoración. El espejo colocado en todo el frontal, le da profundidad a la sala… La lavadora finalmente se colocó en el cuarto de baño, sustituyendo la bañera por una ducha.
Esta remodelación necesitó de un presupuesto de 54.000 dólares australianos (casi 33.500€) ¿Te parece mucho, o poco dinero?
La oficina de Brad Swartz Architect fue quien desarrolló el proyecto de este apartamento pequeño tan ingenioso. Fue premiado en los 2015 Houses Awards. Fotos realizadas por Katherine Lu.