El proyecto de la Casa Bravos llamó nuestra atención por la elegante entrada que ofrece, y por su fachada. Desde el exterior se percibe como una casa de hormigón y madera, aunque también el vidrio y el aluminio fueron materiales utilizados.
Casa de hormigón y madera
La Casa Bravos se construyó en Itajaí (en Praia Brava). Es una pequeña ciudad costera del sur de Brasil, en el estado de Santa Catarina.
Estamos ante una casa de hormigón armado, que tiene una superficie de 937m2, repartidos en tres niveles. Ofrece sus mejores vistas hacia el este, que es donde está la playa. A pesar de tratarse de un edificio de dos plantas más semisótano, desde la calle se perciben tres. Esto es debido a que el sótano no está exactamente un nivel por debajo de la calle, sino un poco más alto. Esta disposición permite una rampa suave de acceso al garaje, a cambio de una escalera de entrada a la casa. En el ejemplo de la Casa Bravos, la rampa tiene poca pendiente, porque está construida al fondo de la parcela.
Esta zona delantera tiene un manto lateral de césped, que es atravesado por una escalinata de losas de hormigón. El acceso es bastante bonito.
Organización planta baja
Como suele ocurrir con las casas brasileñas, este edificio también se organiza de una manera un tanto diferente. Justo en la entrada vemos la escalera. Es lineal y está adosada a un muro de hormigón visto. La escalera está hecha con dos perfiles metálicos, y sus huellas son de madera maciza.
La cocina es una pieza independiente (con despensa), pues no está integrada con la sala principal de la casa. Sí es cierto que su comunicación con el comedor es bastante generosa: a través de una doble puerta corredera. Entre la cocina, comedor, y sala de estar, se forma una “L”.
Situado entre la escalera y la cocina, está el aseo. Hay otro aseo, accesible desde el patio trasero de la casa, por llamarlo de alguna manera, ya que es muy estrecho. Precisamente en la fachada trasera se ha dispuesto un espacio para la barbacoa. Es una posición bastante estratégica, ya que todo el lateral de la Casa Bravos está ocupado por una estrecha piscina, y su terraza. Desde la calle las vistas están interrumpidas por un hermoso brise soleil de madera cumaru.
Una fachada acristalada, con puertas correderas, amplía el salón hacia la zona de la piscina.
Organización de la planta alta
No hay mucho misterio. Considerando que la parcela (lote) es relativamente estrecha, y que había que dejar espacio para la piscina, se entiende ahora la posición lateral de la escalera de esta casa. La escalera termina en una sala con un sofá, que también funciona como estudio. Gran parte de la superficie de esta planta está ocupada por la suite. Es un dormitorio alargado, que tiene un gran vestidor, y al fondo el cuarto de bajo. Es una organización típica de las casas de lujo.
Los otros dos dormitorios también son grandes, y cada uno posee su baño. Están organizados de manera asimétrica, uno con bañera y otro con ducha, y no tienen armario empotrado.
Todas las habitaciones están muy bien ventiladas, y disponen de una segunda piel exterior que sirven para controlar la privacidad. Son unos paneles deslizantes de madera, que ayudan además a embellecer la fachada del edificio.
El semisótano
Lo mejor de este nivel es sin lugar a dudas su garaje. Su acceso se hace a través de una rampa muy ancha y cómoda. La puerta es enorme, permitiendo estacionar directamente cuatro vehículos. También hay espacio para guardar las bicicletas; cuenta con zona de lavandería, aseo, y cuarto de instalaciones.
El proyecto de esta casa de hormigón y madera fue realizado por el estudio Jobim Carlevaro Arquitetos.